La música pop (del inglés pop music, contracción de popular
music) es un género de música popular que tuvo su origen a finales de los años
1950 como una derivación del rock and roll, en combinación con otros géneros
musicales que estaban en moda en aquel momento. Los términos música pop y
música popular se usan a menudo de manera indistinta, aunque el segundo tiene
un sentido más amplio al dar cabida a otros géneros distintos del pop que se
consideren populares.
Como género, la música pop es muy ecléctica, tomando
prestados a menudo elementos de otros estilos como el dance, el rock, la música
latina, el rhythm and blues o el folk. Con todo, hay elementos esenciales que
definen al pop, como son las canciones de corta a media duración, escritas en
un formato básico (a menudo la estructura estrofa-estribillo), así como el uso
habitual de estribillos repetidos y de temas melódicos y pegadizos. La
instrumentación se compone habitualmente de batería, bajo, guitarra eléctrica,
voz, teclados, etcétera.
Los musicólogos suelen identificar una serie de
características como típicas del género de música pop: un enfoque en canciones
individuales o sencillos (singles), en lugar de en obras extensas o álbumes; el
objetivo de atraer a un público general, en lugar de dirigirse a una
sub-cultura o ideología; una preferencia por la artesanía por encima de
cualidades formales artísticas; cierto énfasis en la grabación, producción y
tecnología, antes que la actuación en vivo; y una tendencia a reflejar las
tendencias existentes en lugar de a los desarrollos progresivos.
El principal elemento de la música pop es la canción, a
menudo de entre tres y cinco minutos de duración, generalmente marcada por un
elemento rítmico constante y notable, un estilo afín a la corriente dominante,
y una estructura tradicional y simple. Las variantes más comunes son la
estrofa-estribillo y la forma de treinta y dos compases, con una especial
atención a las melodías pegadizas y un estribillo que contrasta melódica,
rítmica y armónicamente con la estrofa. El ritmo y las melodías tienden a ser
sencillos, con un acompañamiento armónico limitado. Las letras de las canciones
pop modernas se centran típicamente en temas sentimentales o de la vida
cotidiana, particularmente las relaciones amorosas, las experiencias personales
y los temas sociales, entre otros.
La armonía de la música pop coincide con la de la tonalidad
europea clásica, utilizando a menudo los ciclos de
subdominante-dominante-tónica, aunque también con influencias frecuentes de la
escala de blues.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario